adri mi chica y yo

martes, 27 de diciembre de 2011

otra vez, sí

transcurridas las horas desde que una marca cero -otra vez, sí-
las hormiguitas arman un camino largo
de huequito en huequito,
de granito en granito
de pérdidas y encuentros
no se cuentan los minutos, ni las horas, ni los días
el tiempo se va conviertiendo en
un abrazo
una pierna
una boca
unos cabellos
sonido tras imagen
imagen tras sonido
-el sol y la luna no respetan este tiempo- y se bailan rápidos unas cumbias de calor y de estrellas, mientras recién voy por detrás de las rodillas rearmando un esqueleto.

una no se pregunta los pendientes del día, la comida se queda en la góndola del supermercado, las pastillas para dormir se quedan esperando en el envase, la boca se seca de no hablar, una no se pregunta nada. en este tiempo, sumergida, los retazos flotan en el aire a simple vista -esperando ensamblarse otra vez-

puede que las hormiguitas hagan lo mismo, rearman esqueletos de los espacios que la lluvia se lleva cada tanto
-de cero, otra vez, sí-